BIBLIOTECA COLOMBINA

Hace ya cerca de catorce años, nuestra asociación dedicó una jornada monográfica a la figura de Hernando Colón. Durante la misma recorrimos distintos puntos de la ciudad vinculados con este gran hombre del Renacimiento: el monasterio de la Cartuja, donde durante años estuvo custodiado el archivo de su padre, Cristóbal Colón; donde el navegante pasó tantas horas de conversación con su amigo fray Gorricio, especialmente cuando estuvo allí recluido tras la vuelta de su triste tercer viaje a las Indias; donde el descubridor recibió, en la capilla de santa Ana, su primera sepultura y donde también, según la leyenda, Hernando Colón plantó un ombú, hoy con varios siglos en sus raíces, que da sombra al busto del descubridor de América. De la Cartuja fuimos a la orilla de enfrente, a la Puerta de Goles o Puerta Real, junto a la que Hernando Colón levantó su casa, la casa que albergó, hasta algunos años después de su muerte, la inmensa biblioteca que fue labrando a lo largo de los años con compras que realizó, casi compulsivamente, durante los muchos viajes que realizó por toda Europa. En aquella casa también estuvo custodiada su magnífica colección de grabados, más de tres mil, hoy dispersos por varios de los museos más importante del mundo, fundamentalmente el Museo Británico de Londres y el Museo de Berlín. También en aquel lugar plantó su huerto, su jardín, con numerosas especies americanas, un huerto que, en 1570, contenía más de cinco mil árboles, según cálculos del humanista Mal de Lara que lo conoció. Visitamos también, aquel día, el trascoro de la catedral, donde se encuentra la sepultura de Hernando Colón, una sepultura cubierta con una lauda, cuyo texto y diseño dejó previsto, él mismo, en su testamento. Idéntico texto se reprodujo en la lápida que hoy preside la entrada de la Biblioteca Colombina, una lápida donada en 1871 por Cristóbal Colón de la Cerda, duque de Veragua.
Continuar leyendoEL ALCÁZAR EN COMPAÑÍA DE JOSÉ MARÍA CABEZA
Los que hemos nacido en Sevilla, o vivimos en ella desde hace años, habremos visitado el Alcázar en numerosas ocasiones, siempre menos de las que se merece este monumento, y lo habremos hecho de maneras muy diversas: en visita particular; con motivo de eventos; guiados o sin guía; en visita nocturna o diurna y en cada encuentro habremos descubierto algo nuevo en él, pero si esa visita es con José María Cabeza, que fue durante dieciocho años director conservador del Alcázar, lo que descubres es lo poco que realmente conoces este maravilloso recinto, calificado por nuestro ilustre acompañante como un monumento poliédrico.
Continuar leyendoEL ARTE DEL RENACIMIENTO EN SEVILLA

Durante el siglo XVI, Sevilla vivió su siglo de oro. Fue una época de un vigor económico, cultural y artístico como nunca había, ni ha vuelto, a conocer en su historia. Una época dorada a la que se llegó como consecuencia de la riqueza que reportó a la ciudad el comercio con el nuevo mundo recién descubierto y la designación de Sevilla como sede de la Casa de la Contratación. Esta pujanza económica atrajo a la ciudad a grandes comerciantes, banqueros y emprendedores de la época y, como consecuencia de ello, a grandes artistas, humanistas y escritores, que, con sus obras, contribuyeron a que Sevilla fuera llamada, la "Nueva Roma". En palabras de Fr. Tomás de Mercado, Sevilla pasó "de ser un apéndice de Europa a ser el centro del Mundo", cita recogida por Vicente Lleó Cañal en su libro "Nueva Roma: Mitología y humanismo en el Renacimiento Sevillano"
Continuar leyendoCOMIDA COLOQUIO CON JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ OJEDA

En una entrevista realizada por ABC de Sevilla le preguntaron a José Luis Rodríguez Ojeda qué necesitaba un poema, además de la estructura, para ser considerado flamenco, a lo que respondió "sencillez y hondura", pues eso es lo que nos transmitió en la comida coloquio que disfrutamos con él y con Concha, su mujer, sencillez y hondura, tanto en su persona como en los poemas, flamencos o no flamencos, que nos leyó en el transcurso de la misma. Recorrimos, a través de sus poemarios, distintas etapas de su vida, en especial sus recuerdos infantiles en Carmona. Hablamos sobre las llamadas, por algunos, poesía culta y poesía popular. Nos contó el origen de su afición al flamenco y sus primeros pasos como poeta, escribiendo letras para cantaores. Comentamos detalles de su obra publicada, desde el primer libro, "Consecuencia de andar", hasta el último, "Iluminar lo imposible". Nos habló también de lo difícil que resulta a veces su relación con el flamenco y los flamencos, por la dificultad de la composición de las letras para que puedan ser bien cantadas, por como, a veces también, los cantaores destrozan la métrica de sus letras. Fueron casi cuatro horas de comida coloquio que, al menos a mí, me supieron a poco. Muchísimas gracias José Luis, fue un auténtico placer conversar contigo. Diciembre 2022
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